Atención líder: 3 errores frecuentes que te alejan de tus objetivos

En diferentes conversaciones con colegas coaches ejecutivos de AddVenture, dedicados al desarrollo del liderazgo desde hace algunos años, aparecen dos grandes preguntas que deseamos responder para asegurar el éxito de los clientes con los que trabajamos.

  • Una primera pregunta es por qué las personas dejamos de perseguir objetivos que son importantes para nosotros. Qué nos hace desistir ante algo que nos importa como nuestro propio desarrollo personal o la mejora de nuestro impacto en el entorno. ¿Qué nos hace perder la fe?
  • Una segunda área de exploración es cómo podemos mantener el compromiso del cliente a lo largo del proceso de coaching. Muchos de ellos, se sienten confiados, motivados y comprometidos en las primeras sesiones, pero con el tiempo, en mitad del proceso de cambio empiezan a dar muestras de abandono.

En dicha exploración conjunta, identificamos tres razones que ayudan a entender por qué abandonamos. Qué nos ocurre a las personas en proceso de cambio de larga duración.

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Razón número 1: No ser dueño del proceso

Por las presiones del entorno, muchos directivos inician el proceso de coaching si estar muy seguros de que vaya a funcionar.

«He realizado varios talleres de liderazgo, algún programa de desarrollo directivo y todos tienen algún efecto las primeras semanas, pero luego vuelvo al mismo punto».

Muchas personas empiezan como un test, lo afrontan como un intento. Si en pocas semanas de trabajo no cambia nada, lo dejan y refuerzan una creencia que no les ayuda. Unos se reafirman en que «yo soy un caso imposible», otros hacen responsable al coach «no me supo dirigir en la dirección adecuada» o otros culpan a la metodología «el coaching no sirve de nada».

Cuando el coach o el responsable de RRHH del proyecto desean convencer al líder de que lo haga, se le dice que este proceso le va a hacer mejor líder, le va a ayudar a vivir mejor. Son intenciones y deseos positivos y buenos, pero nos enfocan en lugares poco saludables para el cambio de comportamiento y el desarrollo del liderazgo. ponemos el acento en el proceso, pero en realidad solo TÚ puedes hacerte mejor líder. Es importante poner el énfasis en el tú no en el proceso, la metodología o el coach. El situar el acento en el coach no es una buena base de inicio.

Para que el cambio se produzca es necesario un compromiso total del líder. Él es el protagonista: Es necesario que confíe en si mismo, que crea en el proceso y que sienta que es el momento para iniciarlo. Si forzamos y empezamos sin el «ownership» del cliente el proceso se inicia estructuralmente tocado.

El responsable del desarrollo del liderazgo y del cambio de comportamiento soy yo mismo. El coach es un facilitador que me acompaña y crea el contexto y las condiciones para que yo haga mi trabajo.

Si el líder siente el proceso como impuesto o como un requerimiento por el que hay que pasar para ser visto como un buen líder en la organización, seguramente no va a funcionar. Esta es una trampa para el coach. Si el coach es el responsable y el dueño único del proceso, no funcionará y pasará de héroe a villano súbitamente.

Es importante tener el coraje como Coach de chequear cuan comprometido está el cliente. Este chequeo puede ser un gran descubrimiento par él.

«Yo soy responsable protagonista de mi propia vida. No soy una víctima del entorno»: Simple, de sentido común, pero muchas veces somos conscientes de ello.

Asegura en la primera sesión de coaching que los objetivos a conseguir son propiedad del cliente. Salen de dentro de él, no son impuestos por otros. El coach facilita el proceso, el cliente hace el trabajo y trabaja en lo que le mueve, en lo que le motiva o le incomoda a él, no a otros. El líder fija y sostiene la agenda con responsabilidad. Adueñarse del proceso le ayudará a conseguir sus objetivos y a desarrollar una actitud de protagonista clave para liderarse uno mismo como punto de partida para liderar su vida.

En AddVenture, este es un punto crítico. Valoramos la susceptibilidad del líder para emprender el proceso de coaching con éxito. Este es un factor crítico a explorar junto con el cliente.

Razón número 2: El factor tiempo

«Nadie me dijo que esto iba a requerir tanto tiempo»

Cuantas veces hemos oído estas palabras. Los líderes orientados a resultados, puros achievers (conseguidores de éxito) desean aprovechar su tiempo al máximo. el tiempo es oro, el tiempo les posibilita conseguir logros y acumular reconocimientos. Tienen por ello tendencia a acelerar los procesos y los ritmos al máximo. Han aprendido a subestimar el tiempo que necesitan para conseguir algo. A base de aceleración y presión la vida va más deprisa. Desafortunadamente, este tipo de esquemas mentales no sirven en procesos de desarrollo, ni para conseguir objetivos relacionados con el cambio de comportamiento.

Estos directivos felinos buscan la solución rápida. Quieren la receta y confían en que el coach hará el trabajo. «Me convertirás en un líder extraordinario!» Algunos coach también son verdaderos achievers y son ellos mismos los que encantan al cliente diciéndole, «yo haré de ti un líder sobresaliente!».

En este tipo de acuerdos implícitos, ya desde el principio el tiempo suele ir muy lento. El proceso de coaching parece tomar más tiempo del necesario. El líder se inquieta, se frustra, se enfada y busca la varita mágica para acelerar el proceso. De nuevo el coach aparece aquí como el problema.

Esto puede ser una brillante oportunidad para el líder para ver que los procesos tienen un ritmo y que a veces no es posible acelerar.

En ocasiones lo lento es rápido y lo rápido es lento.

Esta subestimación del tiempo necesario para el cambio se exagera cuando el directivo está en una situación de deriva. Cuando el coaching es el intento a la desesperada de cambiar. El cliente desea cambiar rápido la percepción de su jefe o de sus colegas. necesito un coach que diagnostique el problema rápido y me de la solución: Luego como yo soy un achiever lo implemento rápido y eficientemente y tema resuelto!

Al definir los objetivos a alcanzar, es importante ser realistas con los tiempos. Cambiar comportamientos requiere tiempo. ¿Hábitos que has adquirido durante décadas, como los vas a soltar en unas pocas semanas?

Compartir con el cliente que seguramente se inquietará por el ritmo del proceso y que la mayoría de personas no cambian rápido le ayudará a vivir con normalidad el proceso, sin juicio ni competitividad con el cronómetro.

Al inicio del proceso definimos con el cliente cuál es el tiempo requerido a invertir en el proceso que le permitirá conseguir sus objetivos. Más allá del tiempo dedicado a las sesiones, hay un tiempo mucho mayor a leer, realizar ejercicios, practicar y experimentar. Este es el verdadero tiempo a considerar. Es engañarse a uno mismo pensar que con el tiempo de sesión, unas dos o tres horas cada tres cuatro semanas lo conseguiré!

Razón número 3: No ser consciente de la dificultad

«Es mucho más difícil de lo que me esperaba». Otra frase mítica que oímos durante el proceso de coaching. Todo parece fácil al inicio. Muchos colegas coaches para conseguir el buy in (que el cliente compre el proceso y de el visto bueno para empezar) lo presentan como algo fácil.

Pero luego la realidad tiene la manía de llevarnos la contraria. Cambiar de comportamientos y hábitos no es nada fácil.

Hay momentos duros, de coraje y disciplina. Muchas personas confundimos a veces dos palabras que parecen sinónimos pero que son diferentes, simple y fácil. Entender los conceptos clave de liderazgo es fácil, muy fácil y obvio en ocasiones. Lo difícil es la ejecución, la acción. Implementar lo simple y sencillo es muchas veces difícil.

Simple y fácil no son sinónimos. El liderazgo es simple de entender, muy difícil de aplicar!

Es clave dejar claro la dificultad que va a suponer cambiar los comportamientos. Va a requerir trabajo duro durante un periodo largo de tiempo. Querer hacer sentir bien al cliente al principio diciéndole que va a ser fácil es contraproducente a medio plazo.

En el desarrollo del liderazgo, el reto no es entender lo que hay que cambiar. esto es simple, muchas veces sentido común. El verdadero reto es la ejecución. El hacer el cambio!

Mientras escribo esto me viene a la mente la serie Fama. En los años 80 me marcó mucho la serie y especialmente la frase mítica de la profesora de baile, Lydia que repetía a los jóvenes aspirantes a artista de la New York City High School for Performing Arts: » Todos tenéis un sueño. Buscáis la fama, pero la fama cuesta y aquí es dónde vais a empezar a pagar». Esta frase puede servir mucho a aquellos que ya creen que han llegado, que creen que es para siempre y se están durmiendo en los laureles de la fama.

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En AddVenture, nos aseguramos que el cliente conoce la dificultad que va a suponer y es consciente de que elige al dar luz verde al proceso de coaching.

 En resumen…

La labor del Coach ejecutivo es crítica en el establecimiento de los objetivos a conseguir a largo del proceso. Si el enfoque es contentar al cliente y hacerle sentir bien, podemos estar arruinando su evolución y progreso personal. Es importante no «vender» el proceso como algo fácil y milagroso. Cambiar el comportamiento sin duda no es fácil y requiere esfuerzo continuado y disciplina.

Dos requisitos son imprescindibles:

El compromiso con el proceso por parte del cliente debe ser muy alto.

El líder cliente es el protagonista y máximo responsable de su propio cambio y transformación.

Como líder explora ahora como enfocas el logro de tus objetivos, ya sean objetivos de desarrollo o objetivos de negocio. Es una ventana fantástica para desvelar patrones y dinámicas de quien eres como líder y ver tus fortalezas de achiever o conseguidor. A su vez podrás ver que obstáculos y hábitos en la persecución de tus objetivos te están alejando del éxito.

Espero tus reflexiones!

Que tengáis buena semana!

Todos tenéis un sueño. Buscáis la fama, pero la fama cuesta…

 

 

4 Comments

    • Daniel Poch

      6th abril 2016 at 12:09

      Gracias Pilar por tus palabras y tu felicitación! Me encanta que te haya servido. No me es fácil escribir y tus palabras me ayudan a seguir publicando! Un beso, Dani.

      Responder
  • eva

    6th abril 2016 at 12:56

    Me uno al comentario de Pilar, me ha gustado mucho tu entrada Daniel; directa al entendimiento, clara para la razón y un camino para la reflexión….. la varita mágica está en ti mismo. Felicidades por ese trabajo que hacéis tan complejo!. Muchos ánimos!. Y felicidades por ese próximo nacimiento. Un abrazo. Eva

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