Las situaciones de conflicto con alta carga emocional nos crean confusión y enturbian nuestra forma de ver los eventos y las personas involucradas. La amígdala, activa la alarma y un torrente químico se extiende por nuestro cerebro. Cuando sufrimos el rapto amigdalar, es importante notar nuestras reacciones. Sentir cuando perdemos la posición y nos situamos…