En la última entrada trabajamos la tentación número 1, elegir el estatus por encima de los resultados. Por extraño que suena así es en muchas ocasiones. La gloria de nuestro ego se antepone a tomar las decisiones que maximicen los resultados o los beneficios para el colectivo.

Veamos en esta ocasión la tentación número 2. Derivada de la anterior y muy común también. ¿cuantas veces elegimos la popularidad por encima del mantener a los demás directivos o al equipo «accountable» o responsable de sus compromisos? Elegir la popularidad por encima de la responsabilidad.

Ciertas posiciones, como la del CEO en una organización, son solitarias. Al sentirse solos buscan en los que tienen más cerca conexión y amistad. El querer agradar y no dañar una de las conexiones con las pocas personas con las que interactúan a menudo y se sienten en sintonía les lleva a no ser exigentes con los compromisos que llevan al máximo rendimiento.

Muchos CEOs se convierten en amigos de estos reportes directos. Se desarrolla un sentido de camaradería en un entorno de altas demandas, que dificultan al CEO compartir con estos colaboradores que no están cumpliendo las expectativas. Rehuyen este tipo de conversaciones.

Existen algunas evidencias de que este efecto de camaradería se produce a menudo. En estudios sobre performance reviews señalan que los CEOs realizan estos reviews de una forma mucho menos esmeradamente que lo que lo hacen managers de otros niveles con sus reportes directos. La razón no es que están más ocupados o que son perezosos, sino que no desean enfadar o incomodarse con sus colegas de comité de dirección. La soledad es un sentimiento que les asusta.

Es curioso que cuando un directivo no alcanza las expectativas deseadas es despedido de forma fulminante por el CEO, pero éste último, con frecuencia, no ha tenido la valentía de ofrecer un feedback constructivo a tiempo para evitar esta decisión drástica final.

¿Cuál es pues el consejo para superar esta tentación?

Trabajar con Visión y sostener las conversaciones necesarias a tiempo por respeto a la personas cercanas. No ver a los demás como nuestro «grupo de soporte», sino como personas clave, pilares para el producir los resultados deseados a través de mantenernos todos responsables ante los compromisos clave adquiridos.

Y recuerda que no vas a agradar a tus reportes directos si finalmente no cumplen las expectativas y deben dejar la compañía!

Como vemos una nueva tentación ligada al ego.

Cuanto por trabajar con uno mismo y con los líderes empresariales para hacer de los espacios de trabajo y de la sociedad en un lugar mejor para todos.